INTRODUCCIÓN
Uno de los más interesantes sistemas de control del desarrollo en las plantas a nivel bioquímico, lo proporcionan los llamados reguladores del crecimiento vegetal o fitoreguladores. Entre estas substancias, las auxinas se caracterizan por estimular el alargamiento y la división celular provocando el crecimiento de los diversos órganos vegetales.
Las auxinas son derivados indólicos cuyo precursor químico es el triptofano y son transportadas de manera diferencial en la planta, predominando el flujo del ápice hacia la base (transporte basipétalo) sobre el flujo contrario (transporte acropétalo) (Márquez et al, 2013).
El desarrollo de raíces representa uno de los aspectos prácticos del uso de estas hormonas vegetales y uno de los fenómenos donde se pone de manifiesto la vinculación de las fitohormonas con la morfogénesis.
En la propagación vegetativa o asexual, casi siempre la nueva planta es genéticamente idéntica al progenitor (un clon), aunque ocasionalmente se pueden dar mutaciones menores (Hartmann y Kester, 2001). Los agricultores pueden así multiplicar un buen número de plantas a partir de un simple ejemplar y mantener en los vástagos características del original. La reproducción asexual, consiste en la propagación empleando partes de la planta original y esto es posible debido a que cada célula de la planta contiene la información genética necesaria para generar una planta nueva, esta característica se conoce como totipotencia celular. La producción de un nuevo organismo es a partir de un fragmento del propio organismo, que pueden ser porciones de hojas y/ tallos (Hartman y Kester, 2001). La reproducción vegetativa o asexual se basa en la existencia de tejido meristemático en todas las plantas adultas, el cual es un tejido indiferenciado con alta capacidad de división celular.
En algunas especies la propagación es más fácil, más rápida y más económica por medios vegetativos que por semillas. La semilla de Datura estramonium, Lavandula dentata, Ruta chalepensis, entre otras, tiene condiciones complejas de latencia pero las estacas con hojas enraízan rápidamente y en gran proporción, siendo mejores las de propagación vegetativa. Las plántulas de algunas especies crecen más lentamente que las estacas enraizadas, como el Romero (Rosmarinus officinalis L.), Citronela o Geranio de olor (Pelargonium graveolens L.), y Lavanda (Lavandula dentata). Por otra parte, puede resultar útil mantener indefinidamente ese estado juvenil para facilitar la propagación de estacas difíciles de enraizar.
Estaca y esqueje son unidades reproductoras que se obtienen separando de la planta madre un segmento que contenga zonas meristemáticas (nudos y entrenudos). Pueden obtenerse de tallos, de hojas o raíces, que colocadas en condiciones favorables son capaces de formar un nuevo individuo con caracteres iguales a la planta madre (Barceló et al., 2001).